sábado, 18 de junio de 2011

Mentiras recurrentes

Albert Einstein dijo: "si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".

Parece una idea evidente e indiscutible. Tanto, como el hecho de que la contravengo demasiado a menudo. Para fracasar estrepitosamente, claro.

A veces, nos inhibimos a nosotros mismos, nuestros sentimientos, nuestros problemas, nuestros amores y fobias. Hay amores que se mantienen en un silencio unilateral para siempre y fobias que jamás son desveladas. Siempre pensé que no había razón para ello, pero, como tantas otras veces en el pasado, el tiempo me ha quitado la razón con un concepto de peso: el miedo.

Hay algo de lo que siempre he estado convencido, o al menos de lo que he tratado de convencerme: jamás debes temer fracasar. Me refiero a algo que emprendas o realices, en definitiva, algo que dependa de tí mismo. El resultado no tiene por qué ser blanco o negro (ni mucho menos, aleatorio), si no que la tonalidad de gris dependerá directamente de tí. Habrá salido de tu paleta.

Creo firmemente que llevo esta idea al día y la pongo en práctica. Sin embargo, hay algo que no puedo controlar, y es, precisamente, eso: temer aquello que escapa a mi control. No hablo en general, ni muchísimo menos, pero hilando este concepto con lo que hablaba al principio consigo explicar la razón. Mi razón para inhibirme a mí mismo. La razón por la cual tengo cosas que ocultar es el miedo a lo que pueda ocurrir, a la reacción de mi entorno, que es incontrolable para mí, en caso de que se desvelen esas cosas. Probablemente, es una razón cobarde. Probablemente, el resultado sería distinto al que temo. Probablemente, me sentiría liberado si dejase salir todo.

Probablemente, jamás lo haré.

Todos tenemos cosas que ocultar. Yo soy un cobarde, pero tú piensa... ¿cuál es tu razón?

1 comentario:

  1. Temer aquello que se escapa a tu control es bueno,pues es ese temor el que al final nos da las fuerzas para tomar las riendas de nuestra vida sin pensar en el qué pasará. -cobardes a la hora de la verdad somos todos, todos tenemos miedo del mañana, de fracasar, pero eso es lo que al final nos hace fuertes, poruqe aunque solo ganes una sola vez, entones descubriras que la esperanza no está tan congelada como pensabas. Siempre hay muchos caminos, sino sabes cual tomar, sientate y respira, tranquilo, la certeza de saber cual tomar acudirá a ti sino olvidas tus sueños.

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